martes, 17 de julio de 2012

De economista novel a economista Nobel


En un mes comienzo la carrera de económicas en la Universitat Pompeu Fabra en Barcelona. La decisión de hacer esta carrera ha venido marcada por los recientes acontecimientos que están conduciendo la geopolítica mundial hacia una nueva era. Siempre había tenido en mente cursar derecho con el objetivo de algún día llegar a ser diplomático. Pero tras arduas deliberaciones conmigo mismo tomé la decisión de optar por las económicas. He aquí el porqué:

Estudiar derecho es una carrera muy bonita e interesante la cual te abre cientos de puertas y ramas profesionales por las que optar. Pero a pesar de esto, el derecho es relativo y completamente perspectivo y subjetivo, cada territorio tiene sus propias leyes las cuales vienen motivadas principalmente por intereses políticos y económicos de los gobernantes de turno. Ergo, si estudiase derecho español quedaría estancado en el territorio español debido a la falta de universalidad de las leyes.

Por otra parte, economía es la propuesta más firme y contundente para dar respuesta y solución a los problemas geopolíticos derivados de la economía planetaria actual. Esta carrera me brinda la posibilidad de entender la situación en la que estamos inmersos, saber aplacarla y aprovecharse de ella. De igual manera, esta carrera es completamente formal con grandes dosis de matematicas avanzadas y teorías económicas esenciales para manejarse en la sociedad del siglo XXI.

Este escrito es una mera reflexión personal plasmada en papel, pero mis preguntas surgen al pensar en el futuro, cuáles serán los próximos acontecimientos que marcaran las vidas de los de nuestra generación.
Yo, como economista novel y con nociones básicas sobre lo que está aconteciendo ahora mismo, me gustaría tener la oportunidad de preguntar al señor Krugman, al señor Stiglitz, o a Cristopher Sims cuál es la hoja de ruta económica del futuro. 

Yo como persona de nacionalidad española, ciudadano europeo de pleno derecho (por ahora) y estudiante de economía en un país rescatado e intervenido en cierta medida por el Diktat, con una prima de riesgo y unos intereses desorbitados por nuestra deuda, con un 26% de paro y un 55% de paro juvenil, con 159 desahucios diarios y un 7% de déficit, ¿yo que puedo hacer?

Mi sentido común me dicta que tengo que huir (ojo! huir, no emigrar) de este país de pandereta y dirigirme a algún sitio donde tenga un futuro de calidad garantizado, Suiza, Suecia, Dinamarca, Australia, Canadá… y allí empezar una nueva tal y como nuestros abuelos hicieron…

Por favor, señor Krugman, Stiglitz o Sims, ¿ustedes en mi situación qué harían?

Acabo este artículo, el primero desde hace casi dos años, deseando suerte a todos los futuros estudiantes y economistas. 

Sé que el texto está desorganizado y presenta errores estructurales pero es una redacción rápida.

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